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11/02/2016

Dirección del Trabajo capacita a transportistas de temporeros agrícolas

El traslado vehicular de los trabajadores del agro es uno de los énfasis del programa nacional de fiscalización agrícola de temporada comenzado en octubre del año pasado y que se prolongará hasta abril próximo.

Paulatinamente se ha transformado en una de las preocupaciones centrales de las fiscalizaciones a la agricultura de temporada que realiza la Dirección del Trabajo.

Y aunque la tragedia carretera de Angol a comienzos de enero -con nueve trabajadores fallecidos y una sobreviviente en un choque entre un camión forestal y un minibús- expuso esta realidad ante la opinión pública, lo cierto es que la Dirección del Trabajo la fiscaliza desde que en 2007 empezó a ejecutar su Programa Nacional de Inspección al Trabajo Agrícola de Temporada.

De hecho, el actual programa inspector 2015-2016 -iniciado en octubre del año pasado y que finalizará en abril- considera al control del transporte de trabajadores temporeros como uno de sus ejes en las 1.768 fiscalizaciones previstas.

Hasta ahora en las 10 regiones donde es aplicado el plan inspector -entre Atacama y Los Lagos- se está fiscalizando el transporte de temporeros a primera hora de la mañana coincidente con el comienzo de las jornadas, pero también al anochecer para "verificar qué ocurre en ese horario".

La instrucción a los fiscalizadores es comprobar la antigüedad de los vehículos; el respeto a la capacidad máxima de traslado de cada vehículo, para que no viajen obreros de pie o sentados en pisaderas; licencia clase A-2 al día de los conductores; revisión técnica al día del vehículo, que solo pueden ser minibuses o buses autorizados, y porte de letrero identificador como transporte de trabajadores agrícolas.

Asimismo, los inspectores deben enrolar a todos los trabajadores transportados para facilitar "la posterior identificación de los frentes de trabajo y la ubicación exacta de las faenas al momento de fiscalizar predios o packing".

En cuanto a las infracciones y castigos, transportar trabajadores en vehículos que no sean buses o minibuses, exceder la capacidad de pasajeros o no portar un letrero identificador son infracciones castigadas con multas de 9, 30 o 40 UTM, dependiendo de si el empleador tiene entre 1 y 49, 50 y 199 o 200 y más trabajadores.

También hay una multa más alta, de 10, 40 y 60 UTM siguiendo la misma lógica anterior, en el caso de que el minibús tenga una antigüedad mayor a los 18 años o de 22 años en el caso de los buses.

Sin embargo, como dijo el director del Trabajo de O'Higgins, Juan Carlos González, "a diferencia de otras sanciones que castigan infracciones a normas no riesgosas, en este ámbito no hay ninguna multa que repare la salud o incluso la vida de los trabajadores si por efectuar viajes inseguros ocurre algún accidente; por eso es que nos preocupa educar legalmente a los transportistas".

MAYOR CONCIENCIA

Con el paso de los años, y pese a que todavía se detectan infracciones, la persistencia fiscalizadora de la Dirección del Trabajo ha empezado a rendir frutos.

Tal es así que durante esta semana los pequeños transportistas de temporeros de O'Higgins se acercaron a la Dirección Regional del Trabajo para pedir amplias capacitaciones que les permitan conocer todas las normas legales de su actividad y reducir así la infraccionalidad y mejorar la seguridad de los trabajadores que trasladan.

La reunión inicial se efectuó en la Inspección Comunal de Santa Cruz y contó con la participación de altas autoridades regionales y dirigentes de tres asociaciones gremiales de esos transportistas de O'Higgins.

De parte del Estado asistieron la gobernadora de Colchagua, Carolina Cucumides; el seremi del Trabajo y Previsión Social, Sergio Salazar; el director regional del Trabajo, Juan Carlos González, y el coordinador inspectivo de O'Higgins, Alejandro Vergara.

Por el lado gremial estuvieron el asesor legal José Diaz y los dirigentes de la filial Paredones, José Manuel Peñaloza y Raúl Muñoz; la presidenta de la filial Chimbarongo, Janet Morales y el presidente y la secretaria de la filial Chépica, Jorge Valenzuela y María Lopez, respectivamente.

En lo medular, los dirigentes pidieron a la Dirección del Trabajo realizar prontamente cursos de capacitación a sus cerca de 300 socios, con el fin de que todos sepan cabalmente cuáles son las normas que deben cumplir.

La solicitud fue agradecida por las autoridades, como una demostración de la buena voluntad que anima a estos transportistas. De inmediato se acordó efectuar una serie de cursos en las tres zonas ya citadas, previa solicitud formal de los interesados, "para que estos transportistas trasladen en mejores condiciones a los trabajadores agrícolas de temporada", como dijo el director regional del Trabajo.

Asimismo, y aunque no tiene que ver con el quehacer de la Dirección del Trabajo, los dirigentes recordaron que en el último tiempo han sido recibidos por la ministra del Trabajo y el titular de Transportes para escuchar algunos de sus planteamientos de fondo.

El principal es que sea modificado el decreto N°20 del Ministerio del Trabajo con el fin de igualar en 22 años la antigüedad máxima de buses y minibuses dedicados al traslado de obreros agrícolas. Actualmente, esa data solo rige para los primeros vehículos, puesto que para los segundos el tope es de 18 años.

De no ser ello posible, su propuesta alternativa es abrir líneas de financiamiento con Corfo y/o Sercotec, certificación de los conductores a través del Sence y créditos especiales a través del BancoEstado para renovar sus vehículos.