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03/09/2004

Región de Los Lagos: Baja tasa de accidentes en sector salmonicultor

Estadística informada por la Dirección Regional del Trabajo y construida sobre datos del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), da cuenta de uno de los desafíos más importantes de la dinámica actividad. Uno de los avances es el Sistema de Autoverificación, promovido por las propias empresas y con el concurso del estado y trabajadores. En este caso, un 60% de los requerimientos se relaciona a aspectos de higiene y seguridad.

A un 11.2% y un 13.9% alcanza la tasa de accidentabilidad en el sector salmonicultor en la Región de Los Lagos, en centros de cultivo y plantas de proceso respectivamente.

La cifra es una de las más altas de la Región y el país, pero muestra importantes mejoras en relación con años anteriores, cuando los números se disparaban incluso por sobre el 40%.

La estadística informada por la Dirección Regional del Trabajo y construida sobre datos del Instituto de Seguridad del Trabajo, da cuenta de uno de los desafíos más importantes de la dinámica actividad, por lejos la más importante del sur de Chile.

Siniestralidad

Los fríos datos dan cuenta que, por ejemplo, en 2002 el sector Pesca -compuesto elementalmente por empresas de acuicultura- registró 1.049 accidentes en la Región, lo que equivale a una tasa de accidentabilidad de 14.4%.

De éstos, en 46 empresas de 1 a 10 trabajadores se registraron 31 accidentes, con una tasa de accidentabilidad de 17.5%. En las empresas de 11 a 25 empleados se detectaron 43 accidentes, con una tasa de accidentabilidad de 12.7%.

Para las compañías de 26 a 50 trabajadores se registraron 81 accidentes, con una tasa de accidentabilidad del 16%. En el caso de las empresas de 51 a 100 funcionarios, se informaron 62 accidentes con una tasa de accidentabilidad de 19.8%; en tanto que en empresas de 101 a 499 trabajadores, se detectaron 305 trabajadores y una accidentabilidad de 13.5%. Finalmente, en empresas de 500 o más empleados se registraron 527 accidentes y una tasa de accidentabilidad de 14.3%.

Conviene considerar que la tasa de accidentabilidad es el porcentaje de trabajadores que sufrieron un accidente, o enfermedad laboral en un período estudiado. Esto equivale a sostener que en el sector Pesca, 14.4 de cada 100 personas sufrió algún percance físico en 2002.

"El sector salmonero ha significado todo un desafío porque se constituyó en un sector exportador de punta, que evidentemente requiere, tanto de mayor control, como de políticas públicas. Por eso hemos puesto acento en las condiciones de higiene y seguridad, con prevención de accidentabilidad, con protección de los trabajadores", explicó Adriana Moreno, directora regional del Trabajo.

Costos de gestión

Una cuestión importante es que las empresas deben aumentar la cotización que pagan a las mutuales en caso de mayor accidentabilidad y enfermedades profesionales. El sector pesquero cancela un piso de 2.55% por tasa de riesgo, más un 0.95% del sueldo base, a lo que se agregan los porcentajes relacionados con la siniestralidad de cada compañía en particular, vale decir, el mayor riesgo que impliquen.

Pero no es tan sencillo, afirmó Moreno, ya que uno de los problemas es que algunas empresas no informan los accidentes, con el fin de evitarse mayores costos y pagos a las mutuales. Esto termina por impedir tomar las medidas del caso.

Un seminario realizado a dirigentes sindicales de la industria del salmón dio cuenta de las preocupaciones manifestadas por los propios trabajadores. Por ejemplo, en el caso de los buzos, están vinculados al mal de presión, la hipotermia, riesgo de muerte, invalidez, rotura de tímpanos y artrosis a largo plazo, según lo citado por Ingrid Soto, subjefa de la Unidad de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo de la Dirección del Trabajo.

En las plantas de proceso las preocupaciones son los várices, enfermedades a la columna, tendinitis, sobreuso de extremidades superiores, artritis, cortes, pérdida de visión y cistitis (inflamación de la vejiga) en el caso de las mujeres. En los centros de cultivo los males son peligro de inmersión, resfríos, hipotermia, quemaduras de la piel, lesiones oculares, sordera ocupacional, fatiga, irritabilidad, trastornos del sueño, lesiones lumbares, tendinitis, entre otros.

"Hay una voluntad de las empresas, hay un comprender del tema y un intento de elevar los estándares y mejorar lo necesario. Se ha avanzado, pero queda mucho por hacer. Lo importante es la voluntad que deben adoptar cada uno de los actores involucrados", concluyó Adriana Moreno.

(Fuente: Diario El Llanquihue, Puerto Montt / Víctor Toloza / www.diariollanquihue.cl )

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Temáticas: Trabajo Acuícola